I Ching

Casa de la luna creciente
Page from a Song Dynasty (960-1279) printed book of the I Ching (Yi JingClassic of Changes or Book of Changes),

El I ChingYijing o I King (en chino tradicional: 易經; en chino simplificado: 易经; en pinyin: yì jīng) es un libro oracular chino cuyos primeros textos se suponen escritos hacia el 1200 a. C. Es uno de los Cinco Clásicos confucianos.

El término I ching significa ‘libro de las mutaciones’. El texto fue aumentado durante la dinastía Zhou y posteriormente por comentaristas de la escuela de Confucio, pero su contenido original es de procedencia taoísta y no confucianista. Se cree que describe o interpreta la situación presente de quien lo consulta y aconseja el modo en que se puede resolver el futuro si se adopta ante él la posición correcta. Es un libro oracularsapiencial y moral, a la vez que por su estructura y simbología es un libro filosófico y cosmogónico.  (Wikipedia)


«Hay libros que no se pueden leer, libros de lo sagrado y la sabiduría, en cuya compañía y atmósfera se puede vivir durante años sin leerlos nunca como se leen otros libros. Algunas partes de la Biblia pertenecen a estos libros y el Tao-te-king. Basta una frase de estos libros para llenarse durante mucho tiempo, para estar ocupado y empapado durante mucho tiempo. Se los tiene a mano o se los lleva en el bolsillo cuando se va al bosque, y nunca se leen durante horas enteras, sino que cada vez se extrae sólo una frase, una línea, para meditar, para erigir junto a todas las bagatelas del día, también las de la restante lectura, una y otra vez la medida de lo grande y sagrado.

Considero que es una suerte que a estos pocos libros se haya añadido uno nuevo. Es naturalmente, igual que los otros, un libro de edad remota, de miles de años, pero hasta ahora no existía el intento de una traducción alemana. Se llama «I Ching», el libro de las transformaciones, y es un antiquísimo libro de sabiduría y magia de los chinos. Podemos utilizarlo como libro de oráculos para obtener consejo en situaciones difíciles de la vida. También podemos amarlo y utilizarlo «únicamente» por su sabiduría. En este libro que nunca podré entender más que de una manera intuitiva y por algunos instantes, hay construido un sistema de analogías para todo el mundo, basado en ocho propiedades o imágenes de las cuales las dos primeras son el cielo y la tierra, el padre y la madre, la fuerza y la entrega. Estas ocho propiedades que están expresadas cada una por un signo sencillo, establecen combinaciones entre sí y dan lugar a 64 posibilidades, sobre las que se basa el oráculo. Preguntas al oráculo y obtienes por ejemplo la frase: «Verdad interior: cerdos y peces. ¡Salve! Es favorable atravesar el gran agua. Favorable es la perseverancia.» Sobre esto puedes meditar. Además existen comentarios.

Este libro de las transformaciones se encuentra desde hace medio año en mi dormitorio y nunca he leído más de una página seguida.

Cuando se contempla una de las combinaciones de signos, se sumerge uno en Kian, lo creativo, en Sun, lo dulce: no es leer, tampoco es pensar, es como mirar el agua que corre o las nubes que pasan. Allí está escrito todo lo que se puede pensar y vivir».

Hermann Hesse

https://www.criticadelibros.com/metaliteratura-y-ensayo/i-ching-tradicional-chino-comentado-por-hermann-hesse/

“El porvenir es tan irrevocable

como el rígido ayer.

No hay una cosa

que no sea tan silenciosa

de la eterna escritura indescifrable

cuyo libro es el tiempo»

-Jorge Luis Borges, Poema para la versión del I Ching de Richard Wilhelm-

El I Ching no se ofrece acompañado de pruebas y resultados; no alardea ni es fácil de abordar. Como si fuera una parte de la naturaleza, espera hasta que se lo descubra. No ofrece hechos ni poder, pero para los amantes del autoconocimiento, de la sabiduría –si los hay- parece ser el libro indicado. Para alguno su espíritu aparecerá tan claro como el día; para otro, umbrío como el crepúsculo; para un tercero, oscuro como la noche. Aquel a quien no le agrade no tiene por qué usarlo, y aquél que se oponga a él no está obligado a hallarlo verdadero. Dejémoslo salir al mundo para beneficio de quienes sean capaces de discernir su significación.

G. Jung, Zurich, 1949.


I CHING. Pensamientos

Fue el I Ching quien me encontró a mi, de forma mágica e inesperada. Andaba entonces batiéndome con la pena de la pérdida. Uno de esos momentos vitales que te golpean fuerte y te dejan desvalida y sin fe en nada. Todos mis actos se repetían en modo «automático»: mismos caminos, mismas paradas, mismas llegadas. Fue en una de esas paradas ~recargando en una estación de servicio~ cuando me encontré con ese atrayente libro rojo sobre el surtidor. Miré su título mientras se llenaba el depósito. «Guía del I Ching, Carol K. Anthony. Ed. La Liebre de Marzo», rezaba blanco sobre rojo. Lo abrí y comprobé que su propietari@ olvidadiza, había subrayado muchas de sus páginas. Anotaciones en sus márgenes, hojas sueltas con rayitas continuas y/o segmentadas se agrupaban de tres en tres, de seis en seis. Me pareció que «ese» libro, era más que un libro de lectura, era un libro de enseñanza. Pagué en ventanilla y pedí un post it a mi amiga la cajera. Apunté mi nombre, mi teléfono y el título del libro. «Ana, si viene alguien preguntando por este libro, que estaba en el surtidor 5, le dices que lo he tomado prestado, que lo cuidaré bien y que me llame para devolvérselo».

De aquello han pasado 12 años. No me llamó. I Ching sigue conmigo dándome consejos en situaciones complicadas, enseñándome a meditar con su lectura al azar, amándonos sabiamente, como dice Hermann Hesse.

El I Ching de Carol Anthony es una interpretación experimentada y estudiada de la obra clásica de Richard Wilhelm (la más famosa y plagada de interpretaciones patriarcales introducidas primero por la dinastía Chou y después por Confucio). El objetivo de Carol Anthony no es la adivinación, sino el iluminar más la situación dada a fin de ayudarnos a tomar una mejor decisión. Y en esas ando, experimentando, aprendiendo la relación con el «Gran Sabio», reconociendo que este fascinante clásico del pensamiento chino no es un simple oráculo sino un auténtico manual de liberación.

¿Cómo funciona el I Ching?

Hay un proceso de meditación donde se busca el hexagrama que determina la situación que nos preocupa. Existen varios sistemas para aflorar los hexagramas, pero el más extendido en occidente es el de la tirada de tres monedas que dependiendo de las combinaciones de cara y cruz, van haciendo emerger el símbolo línea por línea.

Los métodos de creación de los hexagramas del I Ching están basados en el principio de remanencia: las monedas son afectadas por el estado de tu campo energético y les imprimen un movimiento Yin o Yang según sea el caso dando como resultado una línea Yin, Yang o cuántica hasta completar el símbolo.

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Cada trigrama, contiene codificadores que crean nuevos vínculos energéticos entre el interior –tu campo de energía- y el exterior –el espacio y los ciclos del tiempo-. 

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Publicado por casadelalunacreciente

Bailé, canté, fui madre, toqué la flauta (travesera y andina), pilateé y masajeé, hasta hacer de ello mi forma de vida. De alguna forma había que ir uniendo todo. Y AMÉ. Todo eso y mi "ahora" se reGENERAn para tratar de unir todas las partes en un todo. Es tiempo de integración, de biodiversidad, de co-crear... Todos somos UNO

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